ESTEPA

Las vacaciones están cercanas paraalgunos (mi caso), otros las están disfrutando y otros, (lo siento por ellos) ya las han disfrutado. Ánimo a todos.
ESTEPA-
Nació una triste mañana de 1990. Desde el momento en que abandonó la bolsa amniótica ydescubrió el terrible frío que hacia fuera, supo que a partir de ese momento, las cosas irían de mal enpeor. Nada cambió en su infancia. Se crío en un barrio-dormitorio de las afueras de Madrid, entre bloquesde pisos grises, parques destartalados con grafitis incluidos y aceras llenas de mierdas de perros. Nunca perteneció a ninguna pandilla, bueno, en todo caso fue la mascota de la pandilla, siemprerecibiendo alguna colleja, haciendo “donativos” con su paga semanal y siendo diana de todas lasbromas.No probó la marihuana hasta los dieciséis (cuando por aquellos lares lo normal era haberse fumadoel primer porro a los doce y probado la cocaína a los catorce).La lectura fue su bálsamo durante aquella época donde en su entorno primaba el fracaso escolar,fracasos afectivos y fracaso social. Podía perderse entre las páginas de esos viejos libros de labiblioteca municipal los cuales nadie pedía prestados. Se imaginaba protagonistade esas historias y descubrió que quería ser escritor.A los diecisiete inicio su periodo universitario. Gracias a suinconmensurable apetito por la lectura, consiguió matricularsecon notas aceptables, un motivo más para mofarse de él suscompañeros de clase. En ese lugar todos debían estarcondenados al fracaso más absoluto. Inicio una filología,sabiendo de antemano que su futuro eran las colas del INEM.Durante la carrera se sintió más reconfortado. Y no fue por quetuviera más éxito social o por las fiestas, si no por que podíaperderse entre los estantes de la biblioteca universitaria y tirarsehoras leyendo sin que nadie le mirase como un bicho raro, yaque a fin de cuentas, los cuatro que acudían a la biblioteca ibana estudiar, el resto estaba en la cafetería.Una vez licenciado, accedió al maravilloso mundo de losbecarios, en el cual permaneció tres años eternos, cobrando unamierda y aprendiendo más bien poco. Pero era un tipo listo, yfinalmente accedió a un puesto laboral medianamente pagado.Marchó de ese barrio gris y alquiló un bonito piso en la capital.Al cabo de los años publicó una novela que fue un gran éxito decrítica y de público.La novela era el éxito de su fracaso. Era autobiográfica.
No se por que me gustan losperdedores. Quizás por que comodecía uno:”no tienen nada que perder,solo que ganar”. Quizás por queincluso aun teniendo éxito uno pierde,y levantarse tras una derrota sea lalección mas grande que podamos.

No hay comentarios: