TÚMULOS: Armando Gallego García (Agosto 2009)

BIENVENIDO AL DESGUACE
Entrega todo tu oro
al viejo desdentado
y pasa, si es tu turno.
Pasa y visita el hierro
usado por los trenes,
el óxido de alambres
de la primera guerra.
Un motivo vegetal
para la cabecera
de tu cama. Racimo
de uvas y hojas de parra
donde vendimiar sueños
agrietados. Y el viejo
astuto como un zorro,
desdentado, ya dije,
usurero del metal
con barba de titanio
y una válvula mitral
que dejó una cicatriz
en su camisa abierta
de cuadros escoceses,
mira por su negocio,
es ave de rapiña
y perro de dos colas
que duerme con un ojo
abierto cada noche.
Detesta la penumbra
y ladra los engaños
por costumbre. Qué incierto
porvenir de hiedra a lomos
de la trituradora,
salvaje maquinaria
de cubitos metálicos
y rodillos gigantes
a merced del anciano.
Qué destreza la suya,
qué manejo de días
estudiando tornillos
y soldaduras, de horas
de chapas abolladas
y muelles de colchones
donde se aletargaban
los ácaros. Qué sobrio
destello de metralla
entre los brazos del sol
y el serrín metalúrgico
del escombro en declive,
del sonido atronador
que contienen los cubos
amontonados. Pilar
o pedestal para ahorrar
espacio. Cementerio.
Soledades de la urbe
donde vive el andamio
el hombre y la chatarra.
Habrá tiempos mejores,
chatarra entre chatarra.

Poema inédito cedido para este número de Creatura por ARMANDO GALLEGO GARCÍA.

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